jueves, 18 de octubre de 2012

¿Leydenfrost "magnético"...?, ¿todo y nada?...

El "efecto Leydenfrost" refiere a elementos en contacto cuyas condiciones antinómicas son tan extremas que no pueden establecer "comunicación" entre sí. Clásicamente es representado por una plancha de metal calentada al rojo, sobre la cual se depositan gotas, que -a causa del gran calor-, en lugar de evaporarse, se "enquistan" y rebotan. El experimento que sigue, traslada el campo físico referencial de la energía térmica a la magnética, reproduciendo (en ondas) el consabido paradigma de la oposición entre "partícula y vibración", en la doble propiedad de existencia de la luz, según sea el medio por el que atraviesa. Por cierto, "comunicación", refiera acá a "intercambio" y sus elementos de proceso, así como las modalidades que asumieren, a "lenguajes". De allí que me parezca del todo pertinente introducir el paradigma (ejemplo), en éste blog de "Gobierno Cuántico", o "q-gov".

De hecho, así sea (hasta ahora...), indiscutible que compartimos la misma naturaleza genética con todos los miembros de la especie, y en éste sentido la Declaración Universal de los Derechos Humanos ("todos los hombres son iguales..."), no sea sino otra intuición político-filosófica que la ciencia exacta ratifica después (no existía la genética en el tiempo de la Revolución Francesa...), la actual y prolongada separación brutal entre quienes se apropian de la riqueza y quienes no (en Chile, cuatro familias tienen el 20% del PIB), y de una tendencia simultánea y coincidente a ignorar toda regulación que permitiera "equilibrar", los campos sociales en los cuales la "comunicación" pueda producirse entre sus partes, y debilitando el rol del Estado sino en cuanto organismo represor, me parece estar reproduciendo el experimento de física que sigue, en la sociedad... que no (se ve bien como...¡q-gov!...).