martes, 25 de mayo de 2010

incertidumbre

..................................................................... mientras tanto...

sábado, 15 de mayo de 2010

“q-gov” (Quantum Government – Gobierno Cuántico)

Y ahora con ustedes…

Este texto considera que los acelerados cambios que vive la humanidad, hacia formas y contenidos cada vez mas complejos de relaciones entre distintos órdenes y niveles de cosas, nuevos relaciones y formas de percibir y comprender el mundo, impactan y modifican todos los campos en los que se desenvuelven nuestras actividades. Las organizaciones no sabrían ser ajenas a este proceso y por cierto, tampoco el gobierno. Planteamos que los niveles de incertidumbre que estos desarrollos adquieren en la misma medida en que se hacen mas complejos, permanecen velados, porque no tenemos el marco teórico y referencial que nos permitian considerer su evolución. Así, creeemos que la referencia al salto epistemológico que significó para la mecánica clásica la emergencia de la física cuántica, es del mismo orden de magnitude de de lo que está ocurriendo en los procesos de gobierno, nos permite encontrar elementos de contrapunto teórico y avanzar hacia la resignificación de lo real.
Pensamos que ésta realidad particular, se encuentra alimentada básicamente por tres elementos que aquí ocuparán un lugar central: la introducción masiva de tecnologías de información y comunicación en el espacio social en general y en el gobierno en particular, la internacionalización de los procesos y sus dinámicas comprensivas y los cuerpos legales con que se trata de ordenar un movimiento caótico. Por cierto, ésto se produce en un escenario dónde también se reconfiguran las relaciones de los cuerpos que lo conforman: ambientes, organizaciones, personas. Tecnologías, personas, medios, meme combat…

Generalidades de la inmediatez.

Una cuestión a la que nos han acostumbrado los enfoques de la Antheory es que las modificaciones de los espacios sociales en virtud de la introducción de las nuevas tecnologías es permanente y que resulta imposible establecer a cuál de las modificaciones introducidas, se debe tal o cual manifestación de cambio: el conjunto se vuelve así indeterminado.

Pierre Levy, nos había advertido, que las organizaciones mentales se modificaban de acuerdo a las épocas por las que atravesábamos y que así, a Internet correspondería un estadio de búsqueda de conocimiento mucho mas afin al de los “cazadores recolectores” del estado pre-agrícola, que al del conocimiento científico, basado sobe una lógica de reconocimiento de la sucesión de estaciones, como ocurre desde la revolución neolítica y la incorporación de la agricultura.

Norbert Wiener, por su parte, nos anticipaba en 1949 la visión de una realidad social en que transformaciones y seres transformados se articulaban en una nueva interfase que sobre la evidencia de las convergencias tecnológicas, 50 años después Fukuyama podría con propiedad llamar sociedad post-humana.

Desde la publicación de Antropología Estructural -que por su lúcida percepción de totalidades y la insuperable definición de la necesidad de incorporar la subjetividad al análisis de una realidad que nunca dejaría de ser el constructo de mundo exterior, pensamiento colectivo y psiquis individual, bien podríamos llamar el momento cero del nuevo paradigma-, que nos habituamos a considerar el mundo como comunicación y sistema: intercambio de mensajes entre grupos e individuos, en inextricable comunión de tres lenguajes con distintas expresiones temporales, pero no obstante siempre presentes: reproducción, producción y lenguaje.

Hasta el momento estamos sometidos a esa figura particular de una transición acelerada hacia nuevas formas de percepción y comprensión, en dónde parafraseando a Kuhn, podemos decir que lo que era ya no es más y lo que será aún no ha sido. Nuestros cuerpos, sin cesar reconfigurados en las dinámicas de sus interacciones con un medio cuyas transformaciones han entrado en la senda sin retorno de lo exponencial, se debaten buscando las razones que no quieren obtener, en el escenario ya siempre cambiante de una interfaz explicativa que no puede presentarse como teoría y que no conoce las reglas transmisivas de un simulacro sin códigos.

Como lo dijo Nagarjuna “aquí todo lo que es vacío es forma y todo lo que es forma es vacío, la forma es indiferenciable del contenido y el contenido es lo mismo que la forma”[i].

[i] Filósofo Budista Hindú de la corriente Mahayana, siglo II.

La mente de la nube.

Cada vez más, el espacio mental (el mind set, nuestra visión de mundo, lo que vemos y los procesos que nos llevan a entender), está determinado por una ya inextricable relación entre tecnologías y humanos. Sin darnos plenamente cuenta –tal vez la comprensión aquí no pueda ser sino de la duración de un destello sin reflejo- ya hemos creado una mente tecnológica, con la que pensamos y que nos obliga.

La situación del observador con respecto al objeto observado, ha sido un tema recurrente en los parámetros de constitución de la ciencia y sin duda que recibió un tan nuevo como inesperado impacto, cuando la modificación del campo de observación por la acción de quien la considera, transitó –por así decirlo-, desde las ciencias humanas y sociales al ámbito del rigor de las ciencias físicas, con la irrupción de la teoría quántica.

Puede ser interesante recordar que la actual postura, que evidentemente nos es comprensible y adquiere su acentuado nivel de “presencia”, remite al ambiente tecnológico en que nos encontramos y en que los temas de la utilización de las nuevas Tecnologías, estén impregnando el Mind Set en que nos movemos, al mismo tiempo que derriban los muros disciplinarios y aquellos que la sociedad ha ido construyendo para separar las organizaciones humanas. Así, el gobierno, la academia, la empresa, la familia, la persona, se encuentran impactados por las mismas corrientes y aunque las respuestas sean diferenciales, las tendencias se pueden homologar en algunas líneas directrices que las identifican, como nunca antes. Es así, que las recientes legislaciones, así como las funciones organizativas y de investigación, encargadas a los organismos encargados de su aplicación, tienden a articular sus funciones alrededor de los dos ámbitos de control y seguridad y protección de la privacidad de la información. Esta paradoja es característica de nuestra era y no debe ser soslayada en razón de las dificultades que su justa y definitiva solución parecen demandar.

Nos parece que la oposición entre Newton y Goethe, a propósito de la determinación de las propiedades de los colores, es pertinente y puede ser significativa al respecto. Particularmente por cuanto procede en el ámbito de la “construcción del relato”, que parece ser el orden dialógico privilegiado que nos permita avanzar en la polisémica complejidad que enfrentamos. Brevemente, la situación puede ser resumida de la siguiente manera: Newton, para determinar la naturaleza del color, utilizó el prisma, haciendo pasar la luz a través para descomponerla, estableciendo como corolario que la luz blanca era la sumatoria de los colores. Goethe, tomó el prisma y observó a través, no percibiendo ninguna modificación sustantiva respecto a la luz blanca, hasta que una pluma que volaba, interfirió en su visión, generando los colores. De allí que concluyera que los colores eran una función de la sombra. Y ambas posiciones dan cuenta de la utilización de la misma herramienta (el prisma), utilizado para la misma función (propiedades de la luz), y no obstante la relación del investigador con ella, hizo que se obtuvieren resultados diferentes.

Las perspectivas de control y aprendizaje, las de libertad y sujeción, la de individuo y colectivo, la de ser y no ser, todas, dan cuenta de esta nueva realidad de incertidumbre que en el ámbito del gobierno, bien haríamos en conceptualizar como q-gov para, habiendo identificado su existencia como una dimensión a la vez independiente y dotada de condiciones y dinámicas propias, pudiéramos avanzar de conjunto en las determinaciones de su futuro.

El cambio climático, nos ha servido de paradigma, pero también y ciertamente el desarrollo de la interfase entre computación y neurobiología. Cada momento, como cada cosa y cada persona, son portadores de la historia que los ha producido, así como de la que realizan. Esa referencia externa, del mundo que nos rodea, pero hecha nuestra porque nos afecta en lo más íntimo, tanto como porque de nosotros mismos se ha generado, nos ha hecho transitar prácticamente de una concepción mecánica a una sistémica. De de una visión anclada en relaciones simples de causa a efecto entre emisores y receptores, a una que maneja como necesarios modos de transmisión y generación de conocimientos entre colectivos que colaboran entre si, en redes, tejidos o cúmulos.
Ya hay sistemas de software (robots) que determinan cargos en las empresas, hacen el llamado a concurso, seleccionan y contratan, pagan los salarios, evalúan y despiden. La automatización total solo es cuestión de “segundos”. No sabemos en detalle cómo, pero si sabemos que es un choque cultural que se está produciendo y que ello ocurre en el gobierno.

La irrupción de la websocial, como conocimiento intrínseco a la maquinaria (como las máquinas, que construyen máquinas van sustituyendo la necesidad de los operarios que las construían), han ido desplazando a los constructores de software, poniendo la tecnología de manera directa y no mediada en las manos de las personas. La ley de transparencia, ha venido a crear el espacio de nuevo cuño en que por la coincidencia de especialistas se ha permitido la generación de nuevos modelos de pensar la incertidumbre.

Se ha modificado el escenario cognitivo y de transmisión de conocimientos. (Informes Boyer, USA y Bologna, UE, los de UNESCO ya citados). Dónde tradicionalmente se suponía un profesor, que sabía, emisor de conocimientos y un grupo que no sabía, receptor del mismo, se articula un modelo de generación colectiva de conocimientos dónde todos son emisores y receptores al mismo tiempo. El conocimiento deja de ser “algo que existe”, para transformarse en un proceso “en creación”.

Las estrategias cognitivas de la web 2.0, están plenamente integradas a los procesos de transmisión de conocimientos y al e-learning, dando con ello continuidad a los criterios esbozados en la declaración de Kronberg (2007). Así el marco conceptual actualmente adoptado, en estrategias de e-learning con enfoque 2.0, tiene como eje vincular el proceso de de enseñanza-aprendizaje sobre la base de un continuo de retroalimentación que vincula el aprendizaje a la creación, la interacción, la investigación y el compartir.

Estas estrategias de formación se ven potenciadas cada vez más por la aparición constante de aplicaciones en la Web que permiten que las personas productoras de contenidos y conocimiento compartan sus producciones, de manera sencilla, con los consumidores de información. Estas herramientas –gratuitas, colaborativas y simples- posibilitan la generación de conocimiento y su distribución de manera casi inmediata, han creado un nuevo perfil de usuario de Internet, para el que se ha acuñado el término de “prosumidor”, para designar a quien ya no solo consume información elaborada por otros, sino que participa activamente en la generación de contenido.

Pensando en articular la convicción de que el enfoque 2.0 y la gestión del conocimiento permiten mejorar la gestión de las organizaciones públicas, señalemos los siguientes campos de acción a su interior, en tanto modificaciones de lo que actualmente existe en el gobierno
- la articulación de competencias a partir de la conformación de un equipo de trabajo
- el compromiso de involucrar cada vez más actores en la gestión del conocimiento.
- que mayor número de trabajadores dominen el lenguaje de internet como expresión de un estado mental de búsqueda-encuentro-búsqueda.
- la inclusión de actividades que exploten -lo más posible- los recursos tecnológicos y de conocimiento disponibles en la organización de manera integrada;
- la conformación de los grupos promoviendo entornos sociales para compartir y crear conocimiento;
- la generación de productos útiles para la organización como resultado del proceso de aprendizaje y
- el estimulo al desarrollo y el sostenimiento de redes y comunidades de aprendizaje.

e-gov, u-gov, q-gov

La noción de un Quantum Government, permite conceptualizar una dinámica real de las estructuras de gobierno, avanzar en la explicación de su funcionamiento muchas veces –y de otra manera- incomprensible y concebir sus eventuales desarrollos proyectivos sobre una base explicativa, que bien podría ser un simulacro. O más bien, en su forma de objetivación informática correspondiente, un prototipo, es decir, un modelo en construcción. Por el momento, no es mas que una intuición plasmada en un sitio web con enlaces y algún video.

Cada hecho, cada cosa les portadora de un conjunto de relaciones que lleva en sí. Esto que desde el descubrimiento del inconsciente se entiende sin dificultad a las personas, paradojalmente se entiende menos con respecto a las cosas, que parecieran haber limitado ese campo de expresión a los museos. No obstante, lo que una cosa es[i], tiene que ver y manifiesta con las condiciones de su creación, con los materiales que la forman, con los propósitos con que fue creada, con su forma y con la manera con que nos relacionamos con ella.

La masiva irrupción de “campos tecnológicos” en la sociedad contemporánea, ha tenido a no dudarlo un impacto enorme en las formas en que se hacen las tareas y también en el como se conciben, aunque esto último haya sido menos comprendido. Pero el impacto que esta irrupción masiva ha tenido en el gobierno, es mucho mayor que en el resto de la sociedad. Al menos en cuanto a que el Estado tiene una velocidad de transformación menor (consideremos la familia) y el choque entre velocidades distintas sea entonces mas bien una extraña coexistencia de culturas. Este proceso, concebido por las industrias de la ciencia, y articulado por el mercado, ha sido instalado y manejado por una capa de especialistas marcadamente especializados.
El e-gov, ha sido entonces el vehiculo de instalación de una categoría específica de concepciones y procederes ingenieriles. La voluntad política que tendría que haber expresado los criterios analíticos que acompañaran el proceso, y lo hicieran comprensible, en una época particularmente impregnada por los criterios del pragma y la monetarización y donde los criterios de la crítica social han desaparecido, se limitaron a la venia institucional para aceptar los recursos que permitían la adquisición de los sistemas y asegurar las condiciones en que su instalación se produjese. La implementación de los sistemas, quedó unívocamente, en manos de de los especialistas señalados, que raramente y en ningún caso constituyeron equipos multidisciplinarios para ir entendiendo las consecuencias de los procesos.

Solo recientemente y en virtud de criterios que mas se parecen a los de “discriminación positiva”, que por la comprensión real de su necesidad, y siempre en posiciones de relativa importancia, se han ido incorporando cuerpos de profesionales de otras disciplinas a los equipos que de todas maneras no han logrado aún constituir equipos multidisciplinarios reales. El e-gov sigue pues sometido o está marcado por esa configuración donde la informática es la única voz autorizada para diseñar los procesos, establecer los requerimientos, cumplir con las metas y evaluar los resultados.

Sin duda que un momentum de importancia central ocurre en estas dinámicas de incorporación de tecnologías, cuando se empiezan a generar cuerpos legales para limitar sus impactos. No obstante acá se produce una temática especial, por cuanto los campos del alcance de las modificaciones introducidas en el espacio tecnológico se desconocen y son siempre mas rápidos, complejos, diversificados y veloces que lo que la dinámica “normal” de adecuación del Estado a las nuevas realidades ha significado hasta aquí.

Los avances “exponenciales” de la penetración de internet, en las formas de hacer, conceptualizar y pensar las cosas y sus relaciones, en todos los sectores de la sociedad, empiezan a generar condiciones que debieran llevarnos a considerar si no estaremos en presencia de una revolución… A los temas de capacitación en el manejo de herramientas computacionales, característicos de la Sociedad de la Información, hemos pasado a la generación de “actitudes intelectuales” con la Habilitación Informacional en la Sociedad del Conocimiento (Declaración de expertos de la UNESCO, Kronberg 2007). A la Interoperabilidad en red, se yuxtapone la construcción de redes humanas. A la estabilización de las “redes” se suma la creación de contenidos. Las herramientas colaborativas de la web social, se conjugan en el nuevo concepto de “nubes”.
Los avances en actualizar los cuerpos normativos para adecuarlos a la creciente realidad de la web social, impactan en la “resignificación” de los conceptos con que identificamos los procesos. Así como (no hace desde tanto, pero ya hasta hace poco…) se hablaba en los foros internacionales de la “neutralidad en red”, e “internet libre”, la proyección de esos desarrollos de los que estamos haciendo el relato, se han objetivado al interior de los Gobiernos, acuñando nuevos conceptos que expresan esta nueva adecuación. Así, ahora se está hablando de “Gobierno Abierto” (Open Government, 6ª conferencia internacional ICIC de Comisionados de la Información, Oslo, Noruega, 30 de septiembre 2009). En todo caso, subrayemos que de cuestiones “materiales”, se transita aceleradamente a los contenidos “éticos” que esta “dromología”[1] particular de Internet sigue construyendo con nosotros, gracias a la lógica transformadora del hipertexto. www.icic2009.no

La interoperabilidad, ya genera el “entrelazamiento”, (entaglement: enredar) lo que E. Schrodinger llamaría cuestión fundamental de la teoría cuántica. Pero fundamentalmente interesante nos parece en esta perspectiva la incorporación reciente de los sistemas de cloud computing en la administración del Estado y sus recursos. En éste sentido, la incorporación de nuestra experiencia como empresa en labores de desarrollo tecnológico para generación de información pública, parece constituir un alcance a la vez pionero en Chile, así como simultaneo a lo decidido por la administración de Obama en los USA.

En Chile se ha tratado de avanzar en la línea de la propiedad intelectual (internet libre o neutralidad de internet), pero sin duda que el caso de transmisión de partidos de fútbol por internet , en mayo 2010, por una corte de España sienta jurisprudencia al respecto.
http://www.bufetalmeida.com/598/rojadirecta-victory.html

La sociedad mundial parece inclinarse masivamente por el acceso libre: http://www.dclab.com/public_access.asp

Y si la “propiedad intelectual” tiene apoyos, también lo tiene el acceso libre al conocimiento http://www.plos.org/científico

[1] El filósofo contemporáneo francés Paul Virilo, llamó “Dromología”, al estudio que comprende la “velocidad” de las transformaciones sociales, como característica central de nuestra era.
[i] Lo que una cosa es, lo que una cosa no es, lo que es y no es y lo que ni es ni no es al mismo tiempo

El cuerpo de la Ley

Un criterio que para la “doctrina” (término en que los abogados –al menos en Chile y no sin dejar de manifestar la relación de dogma con que la conciben-, refieren a la teoría del derecho) habitualmente no ha merecido duda, es el que remite a la diferencia intrínseca que manifiestan los cuerpos normativos, al ser aplicados en la sociedad civil o en el Estado. Ello reposa en que si bien su modus operandi es restrictivo en la sociedad en general, por cuanto establece límites a lo que de no tenerlos, haría imposible la convivencia, en los espacios gubernamentales, su función se sitúa a las antípodas: el cuerpo legal, es el requisito para que cualquier proceso de gobierno se inicie.
De esta manera, concebimos que la Ley de Transparencia (en Chile), ha venido a llenar el espacio organizativo y mental que nos permite articular la comprensión de las modificaciones en que la sociedad y el estado se relacionan en un estado societal marcado por la doble confluencia de complejidad e incertidumbre. El legislador parece haber percibido esta dimensión, por cuanto estableció –como en ningún otro cuerpo legal-, la importancia de los “principios”, señalando al mismo tiempo los orígenes éticos y la orientación posible de sus desarrollos futuros. De alguna manera –que en todo caso no se ha visto prácticamente desarrollada-, esta dimensión aparecía reflejada en el anuncio de Cambio Cultural que llevaba.

La ley de Transparencia, es un cuerpo legal que implica la transformación práctica del aparato del Estado. No tanto por el criterio mismo de hacer pública toda la información producida, como en general se le reconoce, lo que convengamos es un cambio no menor, sino porque implica una transformación en la actitud del funcionario, que de ser un sujeto pasivo, controlado mental y operacionalmente por la instrucción emanada de un superior, se hace por su intermedio autónomo, innovativo, responsable. Este mismo criterio, transpuesto, implica también una tendencia hacia la descentralización (operativa y decisional) y así hacia la desburocratización y la sustitución de valores jerárquicos.

La Transparencia Activa, es uno de los temas que no pueden entenderse desde una perspectiva que fuere única y exclusivamente nacional. Tanto porque sus avances se dan de manera simultánea en ambas dimensiones, como porque cada momento de su desarrollo implica el cruce intrínseco con las iniciativas de e-gov, a las cuales sin duda pertenece. Y esto se articula como sistema. Dicho de otra manera, lo que hagamos acá, ya tiene una repercusión allá. No se puede concebir este cuerpo legal como una necesidad que sea chilena, porque lo sería en la misma medida que lo mismo sería necesidad del gobierno de Singapur, o de cualquier lugar del planeta. Internet es precisamente el mecanismo central de la globalización. Sus contenidos son tan particulares como lo es cada gota del río. Por cierto existe, pero solo en la medida que su transparencia sea la misma del resto de las gotas. Es lo que forma el río.

Dos temas se articulan en este nuevo momento de la Transparencia, que vehicula el CPLT, por una parte, la precisión y profundización de los temas relativos a la Ley 20.285 y por el otro, el hacerse cargo de la protección de las bases de datos. En otras palabras, el CPLT, es el ente tutelar, la institución rectora, la que regula, controla, supervisa y dictamina, sobre los temas relativos a la distribución y debido acceso de la información pública generada por los servicios del Estado, y por el otro lado, sobre aquellos que refieren a protección de los datos personales (Ley 19.628).

Si uno se sitúa desde la perspectiva de Internet, acá se estarían cruzando varias cosas que constituyen a no dudarlo, la esencia de los temas que configuran el “nuevo paradigma”: la conjunción de elementos que hasta acá eran distintos, generalmente antagónicos, raramente complementarios. Las prerrogativas del Consejo, cruzan la libertad y el control. El acceso a la información pública y la “protección de los datos personales”. Tema éste último que tiene directa relación con los “derechos de autor” y la “propiedad intelectual”. Anotemos que si bien en nuestro país, debido a su muy bajo desarrollo en el área de la I+D, no alcanzamos a visualizar la importancia de las “patentes”, en ámbitos como la ingeniería genética y la nanotecnología, es decir en el “futuro”, éste tema es fundamental.

En el primer punto, este año -que cumple años- ha sido determinante por varios hechos “objetivos”:
- Se emitió el oficio 90 para “asegurar” la transición de un gobierno al otro. Esto no es para nada menor. Digámoslo.
- A través de ese acto, se sanciona la creación de la figura de los “enlaces” de los servicios con el CPLT. ¿Qué organismo similar reproduce esta figura? Ninguno, en mi conocimiento. ¿Tiene acaso la Contraloría, por ejemplo un “enlace” en los servicios?
- Se emitió el oficio 100, que tiene que ver con la protección de Datos Personales, en cuanto éstos se encontraran vinculados en la ley 20.285.
- Se emite la Instrucción N°4. Ella no sólo amplía los alcances de la Ley de Transparencia, sino que incorpora decididamente en la Administración el concepto de Buenas Prácticas. A mi parecer, esto significa otro elemento de cambio cualitativo, por cuanto rompe con la lógica tradicional que implicaba que el Estado sólo actúa cuando hay un reglamento, que hace operativa una ley, que responde a un principio constitucional.
De hecho, éste criterio de las Buenas Prácticas, es central en la generación de una actitud mental proactiva, innovativa y de liderazgo, que permita tomar iniciativas al interior de los organismos del Estado, y colabore así con la descentralización y una gestión eficiente y rápida del Estado. En efecto, la complejidad y velocidad de los hechos que constituyen el mundo contemporáneo, sus características de fenómenos emergentes, así como la necesidad de tomar decisiones de manera oportuna e informada, hacen imposible que se deba contar con una Ley para cada uno de estos actos.
Por otra parte, una Ley “genérica” que abrazara todas las decisiones posibles, no cumpliría con el efecto de indicación objetiva que se requiere. De allí que el CPLT haya incorporado el criterio de Buenas prácticas. Como una interfase en desarrollo. Por cierto –no es tampoco un azar-, la introducción de este concepto, generó las mayores resistencias en la respuesta que se elaboró institucionalmente para responder la consulta pública. Tanto desde la SEGPRES como desde los funcionarios de los servicios. Yo supe que la unidad de participación ciudadana, coordinó recientemente junto a la auditora ministerial, una respuesta para Segpres (¿febrero? ¿Marzo? 2010) y que este era precisamente uno de los temas que mayor rechazo generó. En rigor, el funcionario tenía razón, no puede haber una Ley que establezca Buenas Prácticas. No obstante, los sistemas complejos no caben en comprensiones mecánicas.

viernes, 14 de mayo de 2010

miércoles, 12 de mayo de 2010